La Vía de Bayona a su paso por La Bureba

Para adentrarnos en la comarca burgalesa de La Bureba, no nos queda otra que hacerlo a través del desfiladero de Pancorbo, paso obligado desde tiempo inmemorial de comunicaciones entre la Francia y la Meseta.

Antes de llegar al paso del desfiladero nos encontramos con la ermita de la Virgen del Camino y la ermita del Cristo de Barrio, seguimos caminando por el bien marcado camino y nos adentramos en el desfiladero propiamente dicho pasando por debajo del imponente puente del tren, que de tener la suerte de que en ese momento pase uno el espectáculo quedara grabado en la memoria por bastante tiempo.

Enseguida por paso bajo atravesamos la carretera N-I y el ferrocarril para llegar al municipio de Pancorbo, en la que tenemos visita obligada a la iglesia de Santiago y al centro de Interpretación de los Montes Obarenes.

Pancorbo se encuentra en un enclave privilegiado, en lo que tiene mucho que ver el desfiladero que al ser paso obligado a lo largo de los siglos, siempre ha sido un lugar de defensa, quedando en sus montes restos de la fortaleza de Santa Engracia.

La fauna tiene aquí una importancia relevante, pues además de estar en recuperación la raza de caballos losinos, únicos en el mundo, hay una importante colonia de buitres leonados, así como alimoches, halcones peregrinos, águilas reales y de se pueden ver la huellas de los lobos, corzos, jabalíes y zorros (verlos a ellos es mas difícil).

Pero no solo Naturaleza encontramos en Pancorbo, sino también arte e historia, como decíamos antes la iglesia de Santiago es lugar de obligada visita, con estilo románico en su ábside, los canecillos y un rosetón historiado. Se amplia en el siglo XVI y en su interior encontramos estilo renacentista con reminiscencias góticas.

La Iglesia de San Nicolás se construye en 1.714 sobre un edificio renacentista y en 1.716 se eleva la altura de la iglesia utilizando las piedras de la desparecida ermita de San Martín de Villanueva de Judíos.

También se encuentran restos de la muralla del Castillo de San Marta, declarado hoy Bien de Interés Cultural, situado en lugar estratégico en el desfiladero. De la antigua muralla queda muy poquito, pero los restos del fuerte de Santa Engracia están declarados Bien de Interés Cultural y tras salvar un fuerte desnivel se pueden visitar, teniendo una vista de excepción de todo el desfiladero de Pancorbo, encontrándose en el alto del Castillo con 1.038 m. de altitud. Lugar que estuvo habitado hasta 1.904 por un destacamento militar.

Dejamos Pancorbo después de atravesar tan pintoresca localidad y nos alejamos saliendo por su polígono industrial en dirección a Zuñeda, para ello no hay mas que seguir las flechas amarillas y sin pérdida yendo en gran parte del camino paralelos a la vía del ferrocarril, nos acercamos a Zuñeda, lugar en cuyo término debió discurrir una vía romana que conducía desde Burdeos hasta Astorga.

Este enclave es mencionado entre los siglos XVI y XVIII como perteneciente al Monasterio de Santa María de Obarenes. Su edificio más significativo es la iglesia parroquial de San Andrés del siglo XVII. Es una iglesia sencilla de una sola nave y dos capillas laterales.

Seguimos andando por campos típicos de La Bureba cubiertos de cereal (dependiendo de la época del año) y nos llegamos Grisaleña, una pequeña localidad que también era cruzada por la Vía Aquitana. Aquí nos encontramos con la iglesia de San Andrés posiblemente de origen románico de cuya época solo queda una pila bautismal en el interior de la iglesia. Hoy podemos ver las reformas de los siglos XVII y XVIII y la antigua torre del castillo está incorporada a la iglesia como campanario.

Dejamos Grisaleña y por vía romana y militar nos acercamos hasta Cameno, cuya iglesia parroquial esta fechada entre los siglos XVII y XVIII. Conserva una pila bautismal labrada de forma tosca unos arcos bajo los cuales se encuentran los apóstoles. Al lado de la iglesia se encuentra la Habitación de las Emparedadas del siglo XVIII en la que habitaban cerradas como si de monjas de clausura se tratara, mujeres que de forma voluntaria se dedicaban a la oración, que vivían gracias a las donaciones como la otorgada por Doña Mencia de Velasco, quien es nus testamento de 1.517 donó a tal menester la importante suma de 5.000 maravedíes.

Se las llamaba emparedadas porque el espacio en el que residían no tenía puerta de comunicación con la calle, salvo una ventana por donde recibían los alimentos, agua y otros enseres.

Abandonamos Cameno y llegamos a Briviesca a la que accedemos para atravesar la N-I por un pequeño túnel habilitado a tal fin por el que sorteamos tanto la carretera nacional como el ferrocarril, llegando así al paraje denominado la Epitafia donde pasaremos por el puente medieval por encima del río Oca y ya nos encontramos en Briviesca.

Briviesca es un conjunto histórico que está reconocido como Bien de Interés Cultural y también conocida como la Bien Trazada, por sus calles rectas y bien configuradas. No en vano los Reyes Católicos tomaron Briviesca como modelo para fundar Santa Fe de Granada sitiando así la ciudad de Granada. Hoy Santa Fe y Briviesca son dos ciudades hermanadas.

Otro hecho histórico destacable por la importancia que tiene es que en su historia pasada se celebraron las Cortes del año 1.387 en las que se tomaron el acuerdo de que el heredero de la Corona de Castilla, llevase el título de Príncipe de Asturias, título que hoy ostenta Don Felipe de Borbón.

Las fiestas que se celebraron por el paso de Doña Blanca de Navarra para casarse con el Rey Enrique IV. De ahí le viene el dicho popular: en Briviesca, el que no caza pesca.

En Briviesca confluían dos calzadas romanas, una que se dirigía a Pamplona y la otra en dirección a Zaragoza. En el siglo XI Briviesca se convertiría en paso obligado del Camino de Santiago.

El Monasterio Conventual de Santa Clara y su retablo en madera de nogal, inició su ejecución Diego Guillén en 1.551 y lo realizó y concluyó López de Gámiz en 1.569.

Tiene una altura de 24 metros y está determinado en tres paños, repartido en cinco pisos perfectamente adaptados al ábside. Todo el conjunto está dedicado a exaltar al Virgen, especialmente en el misterio de la Asunción. En él podemos encontrar a Santiago el Mayor de peregrino.

En la Plaza Mayor nos encontramos con el Palacio de Soto Guzmán hoy sede del Ayuntamiento, que fue levantado a comienzos del siglo XVII por Domingo de Soto Guzmán y ampliado en la segunda mitad del siglo por su hijo Francisco de Soto.

La iglesia de San Martín, se sitúa en uno de los flancos de la Plaza Mayor y tuvo un largo proceso constructivo. Conviven el gótico tardío del siglo XV, estilo en el que se inició su construcción con trazas y remates renacentistas y el deslumbrante retablo barroco de la nave central. La mayor parte de la obra transcurre a lo largo del siglo XVI. Su planta es rectangular dividida en tres naves siendo la central mas elevada y está separada delas laterales por arcos de medio punto. Lope García de Arredonda y Juan de Sisniega fueron sus artífices.

En la nave de la izquierda se sitúa un hermoso retablo hispano-flamenco en madera policromada, que preside la llamada capilla de las viejas y en el que podemos ver un Santiago peregrino.

La ex colegiata de Santa María se encuentra en la Plaza de Santa María, otro de los templos importantes de la ciudad, no en vano ésta fue la primera de las cinco colegiatas de la diócesis de Burgos y una de las más antiguas de España, manteniendo esta condición hasta mediados del siglo XIX.

Se empezó su construcción en los primeros años del siglo XIV y en este mismo siglo se construyó como parroquia. La fachada es grandiosa y en 1983 fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional. Símbolo de su corte renacentista y barroco.

El retablo es de estilo barroco tardío y fue ejecutado por los más perfectos maestros de estos reinos, aunque se desconocen sus autores. El trono principal lo ocupa una talla gótica de la Virgen en su Asunción titular y patrona de la iglesia y de la ciudad.

Otras obras civiles y que bien valen una visita son el Palacio de los Torre, construida en el siglo XVII, hoy restaurante; El Palacio de Abad Rosales construido en el siglo XVIII y de estilo barroco, hoy sede de una entidad financiera; la Casa de los Salamanca, que llegó a ser residencia de la primera esposa de Felipe V, María Luisa de Saboya, restaurándose para construir un teatro municipal.

Para comer no hay que dejar de probar las famosas morcillas de Briviesca, ni las almendras garrapiñadas, que tienen fama mundial. En los distintos restaurantes de la ciudad se pueden degustar gran variedad de platos, desde la cocina casera hasta los más elaborados. Buenas carnes de la tierra y derivados de la matanza. Los quesos y las cuajadas son buenos postres.

Después de haber comido, bebido y descansado convenientemente seguimos camino en dirección a Prádanos, para ello vamos bordeando el río Oca en un agradable paseo hasta salir de la ciudad de Briviesca dejándola en nuestro recuerdo. Una vez terminado el paseo del río, tomamos un camino paralelo a la vía del ferrocarril y por él sin perdida llegamos a Prádanos de Bureba.

En Prádanos de Bureba nos espera la iglesia parroquial de Santa Eufemia que fue terminada a mitad del siglo XVII y donde se custodian algunas obras de orfebrería como patrimonio destacado en su interior.

En Prádanos salimos de la localidad atravesando un paso a nivel con barreras para incorporarnos a un camino que paralelo a la N-I y la Vía del ferrocarril nos acercará de forma cómoda hasta una antigua granja porcina ya en desuso y aquí tendremos que salir a la N-I a lo largo de 500 m. aproximadamente para llegar a Castil de Peones.

En Castil de Peones, solo podemos contar con la Iglesia de la Virgen de la Montecilla, en claro deterioro en la que se encuentra una talla de dicha Virgen del año 1.643. En arquitectura civil, destacar la casa solariega conocida popularmente como la Casona.

De Castil a Revillagodos se llega de forma rápida y cómoda donde nos recibe a su entrada la casa señorial con escudo de armas de los Tremiños y los Sarmientos, conocida popularmente como el Palacio, además de su iglesia con torre ubicada en una ladera desde donde divisar parte de lo andado.

La distancia que nos separa de Quintanavides se hace cómodamente en muy poco tiempo, donde hay recuerdos jacobeos con la existencia de un hospital ubicado a al salida del pueblo y del que consta que dos camas estaban expresamente dedicadas al servicio de pasajeros.

La iglesia de Santa María está datada en el siglo XVI y su retablo en el siglo XVII.

Seguimos camino por uno paralelo a la carretera comarcal, que se hace muy agradable para llegar a Santa Olalla de Bureba. Este nombre se toma de Santa Eulalia, una joven que fue martirizada en tiempos del Emperador romano Dicleciano. Según se cuenta el cuerpo de la Santa fue llevado a Asturias durante la invasión musulmana y guardado para evitar su expolio en Oviedo. Hacia el siglo IX tras la fundación de Burgos, sus pobladores trajeron alguna reliquia de la Santa, circunstancia que se aprovecha para fundar la localidad y bautizarlo con el nombre de Olalla, en referencia a la Santa.

La iglesia parroquial de Santa Eulalia se construye en el siglo XVI, con una bella entrada plateresca y una capilla en la que se guarda la imagen de Santiago. En el museo de Burgos se guarda una espada fechada en tiempo prehistórico y procedente de este núcleo rural.

Dejamos Santa Olalla de Bureba para llegar a Monasterio de Rodilla, donde nos encontramos con la iglesia parroquial de Santa Marina del siglo XVI y con portada plateresca. El trazado histórico del Camino Real y Jacobeo nos dirige hacia el Barrio de Santa Marina donde destaca la ermita de Nuestra Señora del Valle catalogada como Bien de Interés Cultural y que corresponde con la antigua iglesia del Monasterio edificada en la segunda mitad del siglo XII. Se erige como el prototipo de las iglesias románicas burgalesas.

Sobre esta iglesia se encuentran las ruinas de lo que fue el castillo medieval construido alrededor del año 1.000, de lo que se aprecia una torre con planta poco usual de forma pentagonal y parte de la muralla.

A partir de aquí abandonamos la Comarca de La Bureba encaminándonos hacia el puerto de la Brújula para después de atravesar por una calzada romana que se dirige hacia Burgos, por lo que será fiel compañera durante largo rato, nos adentramos en Villimar antesala ya de la ciudad de Burgos.

Información sacada de:
Guía de los Caminos Históricos del Camino de Santiago. Sotur S.A. Junta de Castilla y León.
Arquitectura Religiosa de Briviesca (Burgos). Oficina Municipal de Turismo. Ayuntamiento de Briviesca.
Briviesca. Texto de José Sagredo. Editur. Oficina Municipal de Turismo. Ayuntamiento de Briviesca.

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